Mafalda siempre genial

martes, 22 de mayo de 2012

Matrona epecialista en ¿qué? o ¿por qué no nos reconocen nuestras competencias?


          Hace ya un tiempo que las matronas (Enferemeras Especialistas en Ginecología y Obstetricia) nos estamos planteando qué pasa con nuestras competencias, esas que están reconocidas por el Ministerio y recogidas en su programa formativo (Programa Formativo de Matronas).
          Empiezan a aparecer en la prensa noticias relacionadas con preguntas que se están haciendo a los sistemas de salud dispersos por nuestras autonomías. Matronas Andaluzas, Gallegas, Catalanas, etc., preguntan el por qué no se nos permite ocupar los puestos para los que se nos ha formado (Matronas Gallegas preguntan por sus competencias; Matronas Andaluzas preguntan sobre sus competencias).
          Desde los años '90 las enfermeras que quieren optar a la especialidad han de pasar un examen nacional, y quienes obtienen las mejores puntuaciones pueden elegir entre los diferentes centros en los que se ofrece la formación especializada.
          No voy a relatar con detalle los campos en los que se van adquieriendo conocimientos y competencias, baste como ejemplo, paritorio, hospitalización de Alto Riesgo Obstétrico, plantas de puérperas y patología ginecológica, consultas de embarazo tanto de bajo como de alto riesgo, quirófano, planificación familiar, Asistencia Primaria, Urgencias obstétrico-ginecológicas, entre otras. Para recibir esta formación los centros asumen el costo económico de esos dos años de formación, y las Unidades Docentes de Matrona se esmeran en dar un sólido respaldo teórico y práctico. Desde nuestro punto de vista ello supone el reconocimiento tácito de que esos puestos de trabajo deberán ser cubiertos por es@s profesionales a las que tanto les cuesta formarse y en las que el herario público ha hecho una gran inversión.
          Pues nada más lejos de la realidad. Tras esos dos años de formación, y ya son XIII promociones en la Comunidad Valenciana, apenas puedes trabajar en el paritorio y en los centros de salud (y esto no en todas las Comunidades), del resto ni hablar.
          Otro tema que llama la atención es el compromiso de muchos de los centros hospitalarios hacia la oferta de cuidados de calidad, y la búsqueda de la excelencia. Ello ha sido materializado a través del Ministerio en la elaboración y desarrollo del programa de Estrategia de Asistencia al Parto Normal, con varias publicaciones dirigidas a implementar este modo de asistencia (Plan de Estrategia del Parto Normal, Guía Práctica de Asistencia al Parto Normal). Dentro de estas publicaciones hay una que me llamó bastante la atención Maternidades Hospitalarias, donde se hace un repaso a las competencias de las matronas y lo adecuado de que éstas asuman la asistencia tanto en el área de paritorio como en unidades de hospitalización y, lo que es más comprometido, en los cargos de gestión. Bien pues eso en algunos hospitales es un tema tabú. Ahora resulta que si proponemos que los contratos que vayan surgiendo en las plantas de obstetricia y gineclogía, al igual que en las consultas relacionados con Ginecología y Obstetrica, sean cubiertos por matronas, parece que hemos dicho algo sacrílego, y en ello no solo incluyo a l@s gestores también a algunos sindicatos que no reconocen en las matronas Enfermeras Especialistas.


          Es posible que dado el panorama económico que nos rodea crean que ese argumento económico, eso de que a las matronas hay que pagarles más, sea argüido para defender lo indefendible. Si revisamos la nómina de una enfermera especialista veremos cómo hay una ligerísima diferencia de sueldo con una enfermera sin especialidad, pero ninguna con una que trabaje en servicios especiales. Por lo tanto ya no tienen argumentos para marginar a las matronas de los puestos de trabajo para los que los propios centros les han formado.
          Espero que podamos hacer reflexionar a es@s gestor@s y sindicatos, y que vean en nosotr@s un@s especialistas  de alto nivel, en quienes apoyarse para lograr que sus respectivos centros lleguen algún día a alcanzar la excelencia a la que tod@s aspiramos.





3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con lo expuesto, compañera. Sin embargo muchas veces somos nosotras las que nos frenamos, no somos capaces de salir a la calle, hablar con la gente.... No lo hicimos en su momento, y ahora con la que está cayendo, pues parece que no tenemos derecho a quejarnos...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto que durante años hemos vivido profesionalmente de otra manera, pero los tiempos cambian. Desde que la especialidad se cambió las competencias han quedado mucho más claras y cuando un ámbito está saturado (paritorios) es lícito reivindicar otros campos de actuación. Si hablas con las nuevas generaciones ya son conscientes de que el papel de la matrona no solo es atender la llegada de los RN, sino acompañar, orientar, asesorar, etc., a la mujer y su entorno durante las diferentes fases de la vida. Para ello siguen una formación esmerada, y hay que apoyarles.
      Gracias por tu comentario y por leer la entrada

      Eliminar
  2. Genial Patxuka¡ Una entrada acertadísima. Más claro imposible. Ahora solo nos queda empezar a movilizarnos para que las ConsejeríaS de Salud empiecen a adoptar todas las recomendaciones y leyes internacionales y nacionales. Gracias

    ResponderEliminar