Mafalda siempre genial

jueves, 29 de marzo de 2012



Una matrona por mujer. La "crisis" como excusa para una asistencia deficiente.


         
          La Evidencia Científica hace tiempo que ha demostrado que las mujeres atendidas durante el parto por matronas cualificadas, tienen menos riesgos de sufrir complicaciones durante sus partos. A la vez que los resultados obstétricos y perinatológicos son mejores, siempre en el caso de embarazos de bajo riesgo.
          Ahora la "Crisis" parece que ha llegado a otras conclusiones, o mejor "quienes gestionan la crisis", gente mucha de ella causante de la situación actual por su mala gestión. Pero claro, es más fácil decir que los partos no necesitan casi nada, y por tanto si disminuimos la ratio de matronas por mujer, no va a pasar nada.
          Cuanta falacia en el uso de los datos.
          Parece que en los hospitales, lo importante son las estadísticas. Ya sabemos eso que es: "un pollo entre cuatro a un cuarto de pollo, qué importa que uno se lo comiera entero y los demás ni lo probaran". Y en esas  estamos. Han bajado los partos, 0'75 por día, y podemos eso sí, con las estadísticas en la mano, bajar la ratio de matronas por turno.
          Poco podemos argumentar con semejantes razonamientos. Si comentamos que tenemos un índice de satisfacción del 97%, mantenido durante varios años, nos dicen que somos estupendas y que la calidad no la vamos a dejar bajar. Si vemos cómo descienden las tasas de episiotomías, lo que supone un mejor manejo de los expulsivos, con mayor implicación de tiempo y paciencia, "pues eso que somos muy buenas". Si las mujeres disfrutan del "piel-con-piel", con lo que se requiere una vigilancia y apoyo mucho más próximo, "pues que no lo vamos a dejar de hacer". Si las mujeres salen todas con los bebés mamando, con el empeño y apoyo del equipo, ya sabemos que no es fácil, y menos en cesáreas, "pues que si estamos convencidas lo seguiremos haciendo". Y así una tras otra.
          Y claro se avecina el verano (que yo sepa es el periodo de tiempo entre el 21 de junio y el 21 de septiembre, aproximadamente ), bueno pues que si queremos las vacaciones de verano con más desahogo laboral, que las tomemos en octubre (que no sé en qué parte del mundo es verano). Y si no pues hay que cubrir las vacaciones de todas, no hay dinero para contratar, se disminuye el número de matronas por turno, y si hay alguna baja pues la "cubrís vosotras que para eso os queremos tanto y podéis organizaros como queráis".
          Y claro hay más colaterales. Dentro de dos meses terminan su formación ocho magníficas profesionales matronas. Y es difícil decir que las ocho son excepcionales, pero es así. Trabajadoras, implicadas, apasionadas, y deseosas de revertir en las mujeres, padres y bebés los conocimientos que tanto les ha costado adquirir. Y sin futuro. No hay trabajo para vosotras "estamos en crisis".




          A todo esto, no tengo muchas noticias de reducciones de cargos directivos, es posible que alguno haya, pero posiblemente menos de los que sería justo y necesario, pero claro si se dedican a hacer estadísticas, hay mucha faena por hacer.
          Yo estoy esperando a que se nos cite para recaptar ideas sobre cómo ahorrar. Sí, es el momento, pero no en detrimento del personal, sino a partir de la implantación de modos de trabajo menos lesivos y yatrogénicos, que permitan ahorrar en recursos innecesarios, y a la vez mejorar la calidad.
          En fin que veo crudo el futuro, que los logros conseguido hasta el momento quedan sin reconocimiento, y que al final nos tendremos que ir todo el mundo a Qatar, que parece que allí sí reconocen la profesionalidad de la gente.
          Espero que sea pasajero y que cuenten con nosotras para ahorrar, pero con sentido crítico.


PD: La opiniones vertidas en este post parten de una reflexión personal y no pretenden ser el eco de ningún colectivo. Se han omitido las referencias a un centro concreto convencida de que es una situación similar a la de muchos centros sanitarios de nuestra geografía nacional.



lunes, 26 de marzo de 2012


Si tú quieres y ella te deja, yo puedo. Papel del padre en el parto e inicio de la crianza

En tiempos pasados, algunos no muy lejanos, el papel del padre tanto en el parto como en la crianza quedaba reducido a un pequeño apoyo en momentos puntuales, y la garantía de proporcionar el sustento para la familia. Estamos hablando, por supuesto, de nuestro entorno cultural más próximo.
Actualmente, la mayoría de los padres que acuden con una gestante en los inicios del parto tienen una actitud participativa de cara al evento. Lo que en muchas ocasiones ocurre es que carecen de recursos para poder hacer que su participación sea activa y efectiva.
En mi ámbito de trabajo, consideramos que el papel del padre ha de ser potenciado. Las razones son diversas, pero la principal es que el embarazo es “cosa de dos”, al igual que la crianza, y que si él quiere, ella le deja, yo como profesional puedo apoyar su participación.



Claro, hay que partir de que él quiera. La actitud esperada de un hombre durante el parto, a día de hoy, es de una franca implicación. Ha de ser interlocutor entre la mujer y el personal que le atiende. En general, las parejas llevan mucho tiempo hablando de cómo desean que sea el parto, pero cuando llegan al centro hospitalario se olvidan de sus deseos, en ese momento tiene la pareja un relevante papel de comunicador, de transmisor de esos deseos que, en muchas ocasiones, pueden ser ejecutados. Además, pueden participar en el cuidado activo de su mujer. Ayudarle en la movilización, darle masajes relajantes, crear un clima de complicidad con música y aromas gratos. Partiendo, por supuesto de que la mujer lo desee.
¿Qué podemos hacer nosotras como profesionales? Creo que lo primero escuchar. Observar la relación existente entre ellos, favorecer un clima de confianza y ofrecer recursos para que la participación de la pareja sea activa.
Desde hace varios años venimos impartiendo talleres en los que se ofrecen recursos para apoyar a las mujeres de parto. A estos talleres acuden preferentemente los padres, aunque hay casos en los que acude la madre, una hermana o una amiga. En ellos damos información sobre el proceso del parto, los recursos a nuestro alcance para dar apoyo emocional y físico a la mujer, y ofrecemos la posibilidad de que traigan recursos propios para crear un clima más favorecedor y menos agresivo que una fría sala de hospital (música, aromaterapia). Aportamos información sobre la importancia de la movilización durante el parto, y los requerimientos para que esos movimientos no le resulten complicados a la mujer. La necesidad de tener un apoyo afectivo, más allá de la empatía con l@s profesionales, se ve resuelto con esa persona que acompaña, elegida por la mujer, y en la que encuentra un refugio en ocasiones necesario, sobre todo cuando las contracciones aprietan y las fuerzas van mermando.



En estas circunstancias de confianza, formando un “trío” casi perfecto entre la mujer, la pareja y la matrona, al que añadiremos un bebé que se convierte en el centro hacia el que miramos con cariño, el desarrollo del nacimiento y la posterior crianza se convierten en una experiencia única para todas las personas que participan.
Como vemos las condiciones no son complicadas, y los recursos tampoco, tan solo un pequeño cambio de actitud de las partes implicadas y los logros serán inolvidables.



          Os dejo el enlace a uno de los talleres que impartimos. Tenemos una versión mejorada que está en fase de edición y que estará disponble en un corto espacio de tiempo.




sábado, 17 de marzo de 2012


No intervenir si no es estrictamente necesario. Buenas Prácticas en la Asistencia al Parto



           Hace unos meses participé en un curso de actualización para matronas y una de las revisiones que hice fue releer lo que decían los manuales en los que estudiamos. Ciertamente una tiene ya cierta edad y en esos tiempos estudiabamos en libros editados en los años 70 y 80. En esos libros en los que también estudiaron la mayoría de l@s actuales jef@s de servicio de Obstetricia y Ginecología de nuestros hospitales. No voy a decir que todo lo que pone en esas ediciones permanece actualizado, ni mucho menos, la ciencia ha avanzado y no se sostienen algunas de las afirmaciones en ellos recogidas. Pero sí me llamó la atención que muchas de las Prácticas que actualmente tienen Evidencia Científica están recogidas en esos manuales.
          Hoy vamos a centrarnos en dos afirmaciones. La primera recogida en el libro de González Merlo-De Sol, en el que ya se dice que la "dirección médica del parto", defendida para disminuir el riesgo materno-fetal, no está exenta de riesgos, y que debe ser realizada de forma correcta. Claro que para algunos equipos en su entorno siempre se hace "de forma correcta". Pero queda claro que eso de que "no pasa nada", no es tan claro.



          La segunda referencia bibliográfica vuelve a llamarnos poderosamente la atención. Reconocer que el parto es un proceso fisiológico, al que decidimos asistir, y que no requiere que sea tratado o curado, no es baladí. En la actualidad la Evidencia nos ha demostrado que cuando no hay factores de riesgo y se ha realizado un control del embarazo adecuado, el éxito del parto se potencia simplemente asistiendo al parto cuando éste se desencadena de forma espontánea.



          Como podemos ver aun se pueden recordar esas cosas que se nos enseñaron en los inicios de nuestra formación y que hemos ido olvidando al cabo de los años. Insisto que hay muchos temas que han quedado obsoletos pero otros permanecen vigentes y tan solo debemos refrescar nuestra memoria. Con ello evitaremos el rechazo frontal de prácticas que consideramos nuevas y alejadas de nuestra "larga experiencia", cuando realmente ya estaban en los inicios de nuestro periplo profesional.


domingo, 11 de marzo de 2012


A vueltas con el rasurado y el enema. Buenas prácticas en la Asistencia al parto


     Ya hace mucho tiempo que la Evidencia Científica demostró que no es necesario rasurar ni enemar a una mujer durante el parto. Parece que algun@s se resisten a dejar de lado las prácticas aprendidas hace tantos años, y que tan solo provocan molestias a las mujeres. Es duro, igualmente, cuando descubres que el rasurado de las mujeres ya no lo realiza el personal sanitario si no que está a cargo del peluquero del hospital. Yo todavía no he salido de mi asombro.


    

     En fin, que más nos valdría preocuparnos de actualizar nuestros conocimientos y aplicar las técnicas científicamente validadas, alejándonos de prácticas innecesarias como el rasurado perineal y el enemado rutinario para el parto.


jueves, 8 de marzo de 2012

Implementando Buenas Prácticas en la Asistencia al Parto

     Es curioso cómo desde hace unos años hay una corriente que ha estimulado un cambio profundo en algunas de las formas de asistir al parto. La Evidencia Científica nos demuestra que hay ciertas rutinas que son innecesarias y de las que debemos prescindir cuanto antes. No obstante, no tod@s l@s profesionales han demostrado un interés claro por conocer y aplicar las nuevas (viejas) formas de actuar. A pesar de ello creo que es justo reconocer que se están dando pasos, quizás algo más lentos que lo deseado, y se han tomado en consideración indicaciones extraidas de esa Evidencia.



     Hoy es el día de la mujer, lo de trabajadora es un añadido a mi entender innecesario, porque pocas mujeres hay en el mundo que no trabajen, y considero que es importante dar a conocer desde este foro que en los paritorios también se está trabajando para mejorar la calidad de vida de la mujer. Vivir el parto como una experiencia satisfactoria, desde el respeto y el acompañamiento creo que son derechos por los que también hay que trabajar día a día, y muchas de nosotras estamos en ello.