Mafalda siempre genial

viernes, 27 de enero de 2012

El parto: del "menú del día" a la "cocina de diseño"

   
     Llevamos años reivindicando los derechos de las mujeres a elegir sobre su propia vida. Esta cuestión no es baladí. Hemos de recordar que en España la mujer no tuvo derecho a voto hasta bien entrado el siglo XX, y sólo después de 1975 fue una realidad plena. Se ha luchado por los anticonceptivos, porque se pudiera elegir el momento de la maternidad y el modo de parir (natural, con epidural, cesárea por que me viene bien, etc.). No hay duda de que vivimos en España unos momento de cierta "gloria" en lo que al papel de la mujer se refiere. Ahora, debemos empezar a respetar las opciones de cada una, en la medida de lo posible.
      Ahora estamos en una etapa en la que la mujer, y por ende la pareja, puede solicitar una especie de "parto a la carta". Hemos pasado del "Menú del día" al "Bulli" de los partos, y las matronas estamos intentando adaptarnos al momento. Pero eso también tiene sus pegas.
     Hay profesionales que solo saben y quieren "el plato de siempre", acostadas, oxitocina, dilatación manual, etc. Otras que quieren, y a veces saben, la "cocina de autor", partos de pie, en la cama, acostadas de mediolado, en la bañera, en la silla, etc. Luego estamos las otras, las que conocemos la "cocina tradicional", hemos hecho cursos de "cocina de autor", hemos visto los documentales del National Geographic, hemos leído, pensado y vivido situaciones tan variadas  que hemos descubierto que el parto no se ciñe a una receta única.
     En el respeto a la mujer hay que valorar qué les podemos ofrecer. Si no  tengo práctica en una forma determinada de asistir, puedo ofrecer la que domino, con ciertas modificaciones que permitan a la mujer vivir su parto en plenitud. Puedo favorecer la deambulación aunque esté monitorizada, puedo tener una vía venosa aunque solo la use para la extracción de analíticas si es necesario, puedo ofrecer bebidas cuando los factores de riesgo sean bajos, y puedo ayudar a que la epidural esté disponible cuando la mujer la solicite, entre otras cosas.
     Por el momento, ni yo ni mis compañeras hemos tenido quejas sobre nuestras formas de asistir al parto, cumpliendo eso sí con el deber de informar, hacer partícipes a las mujeres y acompañantes del proceso, y explicando el porqué se hacen las cosas. Actualmente el nivel de satisfacción de las mujeres asistidas en nuestro hospital supera el 95%, difícilmente superable en estos tiempos de recursos limitados.
     Creo que empieza a ser el momento de que las profesionales de la asistencia pública reivindiquemos nuestra calidad tanto asistencial como humana.



No dejes de ver este enlace de partos asistidos en el HGU de Alicante



jueves, 26 de enero de 2012

Tanto por saber. El parto

     Llama la atención cuando te acercas a la literatura científica lo poco que sabemos sobre el parto. Sí del parto. Se supone que tenemos Evidencia Científica de casi todo, o eso nos hacen creer, pero la realidad es otra.
     Las investigaciones que se realizan de forma experimental tienen unas barreras éticas que debemos respetar, o al menos eso es lo que se está pregonando a cada momento. Por tanto, investigar sobre el mecanismo fisiológico del parto, según los requerimientos mínimos para poder considerar que el trabajo no tiene sesgos, es actualmente imposible (y esperamos que durante muchos años más). Entonces, ¿cómo se han hecho las investigaciones de las que disponemos?, pues ni más ni menos que con ovejas.
     Esta circunstancia nos lleva a reflexionar sobre la validez de algunas de las conclusiones, sobre todo en lo referido al aspecto psicológico y afectivo que nos diferencia de forma tan relevante de nuestros alejados parientes investigados. Añadamos a ello el hecho de que nuestra anatomía es diferente, nuestros ciclos hormonales distintos, nuestro entorno social único, etc.
     Con todo ello solo quiero resaltar que el hecho de que en muchas ocasiones no exista Evidencia Científica para algunas de nuestras actuaciones, no significa que no tengan máxima relevancia, sino que no se han podido cumplir los parámetros (Actuales) de lo que es considerado Evidencia Científica.
     Por todo ello sigamos potenciando la parte afectiva del parto, tomando de la ciencia tan solo lo que nos permita proporcionar un parto seguro, pero sin maxificar estos recursos.


sábado, 21 de enero de 2012

Deschupetar

     La verdad es que no sé si existe un término que defina la acción de quitar el chupete, como existe para el destete. Como vamos de costumbres y localismos os presento una forma peculiar establecida en Pamplona los últimos años.

   
  Durante las fiestas de San Fermín uno de los atractivos más queridos por las gentes del lugar (no, no son los encierros), son los Gigantes y cabezudos (conocidos localmente como kilikis), acompañados igualmente por los zaldikos (los que llevan un caballo de cartón). Es costumbre que salgan todas las mañanas por las calles de la ciudad, con música, rodeados de toda la chiquillería, y por ende de madres, padres, ti@s, y el restos de la parentela. Los kilikis y zaldikos corren detrás de l@s infantes, con una berga con la que les proporcionan pequeños toques, nunca dolorosos, que les llenan de emoción.



      Bueno pues estos personajes han tomado un papel relevante en el tema del "deschupetado". El rito, creo que ya se puede definir así, consiste en explicarles a l@s del chupete, que ya son mayores y que tienen que dejar esa costumbre que es de pequeñ@s. Para ello, de forma "libre", se llevan los chupetes al recorrido de la comparsa y acercándose con respeto, dejan sus preciados tesoros prendidos de alguna zona visible de su gigante favorit@, y en ocasiones de la solapa de algún kiliki.

   
  Realmente no sé si los progenitores se quedan uno de reserva por si hay tragedia posterior, pero lo cierto es que todas las mañanas parte de nuestr@s niñ@s se hacen mayores con un peculiar rito de paso de nuestra era.

     Os dejo un enlace para que los veáis en acción.

jueves, 12 de enero de 2012

Nuevas maternidades

Es curioso cómo en estos tiempos en los que vivimos la maternidad es un tema candente. Baste rememorar los embarazos de mujeres como la princesa, la mujer de uno o dos presidentes, una o dos ministras, entre otras.
Efectivemente los tiempos cambian, las mujeres no tenemos porqué elegir entre maternidad o vida pública y/o prefesional, y claro ahí viene el conflicto. Si la mujer deja su vida profesional por la crianza se le critica, si decide seguir con ella, también. Quizás nuestra sociedad aun no esté madura para comprender que las mujeres, y los hombres, tenemos libertad para decidir sobre los modos diferentes de vivir la meternidad, e incluso podemos elegir no tener hij@s. Quizás lo más preocupante es cuando las circunstancias sociales y económicas no permiten ejercer el derecho de elección.
Ya hace un año que se retiró el famoso y controvertido "cheque bebé", que quizás dentro de ese "café para todos" que se vivió en ese momento, requería honradamente ser revisado y quizás limitado en su uso. Ahora añadimos el recorte en guarderías, no hay dinero es el argumento manido, y un poco indecente después de lo que se va conociendo sobre el mal uso de los recursos públicos en tiempos recientes.
Con todo ello esa aspiración que tenemos las matronas de poder tener el ratio de "una matrona por mujer", por otra parte el recomendado por la SEGO, y otras instituciones, para poder una asistencia menos medicalizada del parto, siempre controlando de cerca los posibles signos de complicación, bueno pues esa aspiración queda ya en el "sueño de los justos".
Ciertamente estamos en un momento para revisar los gastos, adecuarlos a las necesidades prioritarias

lunes, 2 de enero de 2012

Año nuevo

     Empezamos un nuevo año y me niego a entregarme al desánimo. Espero avanzar en sabiduría, esa que se adquiere escuchando a las demás personas y apoyándome en ellas. Profesionalmente aspiro a mejorar compartiendo con mis compañer@s horas de trabajo y de conversación. Me propongo seguir ilusionada aunque me pongan zancadillas, nos aumenten las horas de trabajo y, encubiertamente, nos bajen el sueldo. Cuento para ello con un montón de mujeres y hombres con los que compartir una de las mejores experiencias de mi vida participar en la asistencia del parto.

No nos dejemos invadir por el desánimo, nosotr@s podemos. FELIZ 2012