Al hilo del tema de las doulas y la búsqueda de formas de ganar dinero. Estamos desprestigiando nuestra profesión desde hace muchos años. Es cierto que hay muchas cosas para cambiar y mirar de forma diferente, pero ya estoy un poco saturada de que nunca se hablen de las mejoras, de los logros, de que hemos cambiado mucho y para bien, de que nos importan las mujeres, sus acompañantes, sus bebés.
Hemos menospreciado la Evidencia Científica cuando no coincide con lo que pensamos, en lugar de trabajar con las mismas normas para demostrar que hay otras buenas formas de hacer. Menospreciamos a las veteranas porque no manejan recursos que otras sí y no aprendemos de ellas a estar delante de la mujer, a escucharla, a prever sus necesidades. Nos acercamos a la partería tradicional de otros mundos (con cosas muy válidas) pero no admitimos las sugerencias de quienes han asistido a miles de partos. No es lo mismo asistir partos de mujeres jóvenes sin patología que las habituales en nuestro entorno, de edad avanzada, con alteraciones de la salud, con vida sedentaria, con extensas historias de infertilidad y esterilidad, y con un profesional de la abogacía esperando que nos equivoquemos.
TRABAJEMOS por defender nuestra profesión. Hagamos talleres de acompañamiento, en nuestro país las mujeres quieren estar acompañadas por sus personas más próximas y podemos hacer que sean una pieza clave en el parto, con funciones activas, si les ofrecemos esos recursos los utilizarán. Hagamos que nos reconozcan como referentes del parteo y de la salud de la mujer. Somos matronas no solo de lo fisiológico, si no también de lo patológico. De la salud sexual y reproductiva de la mujer, de la adolescencia y la menopausia.
Un parto eutócico lo atiende cualquiera, vecina, taxista, policía, marido, etc., pero tod@s sabemos que nuestro mundo es mucho más amplio. RECUPEREMOS NUESTRAS COMPETENCIAS y DIVULGUEMOS NUESTRA LABOR.